Dónde trae la llanta de refacción un BMW? Procedimiento para cambiarla

📖 Índice de contenidos
  1. Localiza la llanta de refacción
  2. Reúne las herramientas necesarias
  3. Estaciona el vehículo en un lugar seguro
  4. Afloja las tuercas de la llanta dañada
  5. Levanta el vehículo con el gato
  6. Retira la llanta dañada
  7. Coloca la llanta de refacción
  8. Aprieta las tuercas de la llanta de refacción
  9. Baja el vehículo con el gato
  10. Verifica la presión de la llanta de refacción
  11. Guarda la llanta dañada y las herramientas

Localiza la llanta de refacción

Antes de comenzar a cambiar la llanta de refacción en tu BMW, es importante que sepas dónde se encuentra ubicada. En la mayoría de los modelos de BMW, la llanta de refacción se encuentra en el maletero, debajo de la superficie del piso. Puedes levantar la tapa del maletero y buscar un compartimento especial designado para la llanta de refacción.

Reúne las herramientas necesarias

Una vez que hayas localizado la llanta de refacción, es hora de reunir las herramientas necesarias para cambiarla. Asegúrate de tener a mano un gato, una llave de ruedas y una llave de tuercas. Estas herramientas son esenciales para poder levantar el vehículo y aflojar las tuercas de la llanta dañada.

Estaciona el vehículo en un lugar seguro

Antes de comenzar a cambiar la llanta de refacción, es importante que estaciones tu BMW en un lugar seguro. Busca una superficie plana y estable donde puedas trabajar sin riesgo de que el vehículo se mueva o se caiga. Además, asegúrate de encender las luces de emergencia para alertar a otros conductores de que estás detenido.

Afloja las tuercas de la llanta dañada

Una vez que hayas estacionado el vehículo de manera segura, es hora de aflojar las tuercas de la llanta dañada. Utiliza la llave de ruedas para girar las tuercas en sentido contrario a las agujas del reloj. Es posible que necesites aplicar un poco de fuerza para aflojarlas, ya que suelen estar muy ajustadas. No las retires por completo en este momento, solo afloja las tuercas lo suficiente para poder quitar la llanta.

Levanta el vehículo con el gato

Una vez que hayas aflojado las tuercas, es hora de levantar el vehículo con el gato. Busca el punto de levantamiento designado en tu BMW, que suele estar ubicado en la parte inferior del chasis. Coloca el gato en este punto y comienza a girar la manivela para levantar el vehículo. Asegúrate de levantarlo lo suficiente como para que la llanta dañada quede completamente despegada del suelo.

Retira la llanta dañada

Una vez que hayas levantado el vehículo, es hora de retirar la llanta dañada. Utiliza la llave de ruedas para quitar por completo las tuercas y luego retira la llanta. Colócala a un lado en un lugar seguro para evitar que ruede o cause algún daño.

Coloca la llanta de refacción

Una vez que hayas retirado la llanta dañada, es hora de colocar la llanta de refacción. Toma la llanta de refacción y alinea los agujeros de los pernos con los pernos de la rueda. Asegúrate de que la llanta esté bien centrada y luego comienza a colocar las tuercas a mano.

Aprieta las tuercas de la llanta de refacción

Una vez que hayas colocado las tuercas a mano, es hora de apretarlas correctamente. Utiliza la llave de ruedas para girar las tuercas en sentido horario y apretarlas lo más posible. Asegúrate de apretarlas en forma de estrella, es decir, aprieta una tuerca y luego la siguiente en diagonal. Esto ayudará a asegurar una distribución uniforme de la presión.

Baja el vehículo con el gato

Una vez que hayas apretado las tuercas de la llanta de refacción, es hora de bajar el vehículo con el gato. Gira la manivela en sentido contrario a las agujas del reloj para bajar lentamente el vehículo hasta que la llanta de refacción toque el suelo. Asegúrate de que el vehículo esté completamente estable antes de retirar el gato.

Verifica la presión de la llanta de refacción

Una vez que hayas bajado el vehículo, es importante que verifiques la presión de la llanta de refacción. Utiliza un medidor de presión de neumáticos para asegurarte de que la llanta de refacción tenga la presión adecuada. Si la presión es baja, puedes inflarla utilizando una bomba de aire portátil o acudir a una estación de servicio cercana.

Guarda la llanta dañada y las herramientas

Una vez que hayas verificado la presión de la llanta de refacción, es hora de guardar la llanta dañada y las herramientas. Asegúrate de colocar la llanta dañada en el maletero de manera segura para evitar que se mueva durante la conducción. Además, guarda las herramientas en su lugar designado en el vehículo para tenerlas a mano en caso de que las necesites en el futuro.

Cambiar la llanta de refacción en un BMW puede parecer un proceso complicado, pero siguiendo estos pasos podrás hacerlo de manera segura y eficiente. Recuerda siempre tener precaución al trabajar con el vehículo levantado y asegurarte de que las tuercas estén bien apretadas antes de volver a la carretera. ¡Con un poco de práctica, podrás cambiar una llanta de refacción en tu BMW sin problemas!

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Subir