Como checar la caducidad de un extintor: métodos y pasos

Revisar la etiqueta del extintor

Para verificar la fecha de caducidad de un extintor, lo primero que debes hacer es revisar la etiqueta del mismo. En la etiqueta encontrarás información importante sobre el extintor, incluyendo la fecha de fabricación y la fecha de caducidad.

Buscar la fecha de fabricación

Una vez que hayas localizado la etiqueta del extintor, busca la fecha de fabricación. Esta fecha te indicará cuándo fue producido el extintor y te ayudará a determinar su vida útil.

Calcular la fecha de caducidad

Una vez que tengas la fecha de fabricación, puedes calcular la fecha de caducidad del extintor. La mayoría de los extintores tienen una vida útil de 5 a 15 años, dependiendo del tipo y del fabricante. Para calcular la fecha de caducidad, simplemente suma la vida útil del extintor a la fecha de fabricación.

Por ejemplo, si la fecha de fabricación es enero de 2010 y el extintor tiene una vida útil de 10 años, la fecha de caducidad sería enero de 2020.

Verificar el estado del extintor

Además de revisar la fecha de caducidad, es importante verificar el estado general del extintor. Asegúrate de que el extintor esté en buen estado físico, sin daños visibles en la carcasa o en las partes internas. También verifica que el manómetro indique la presión adecuada y que el seguro esté en buen funcionamiento.

Si encuentras algún daño o problema con el extintor, es recomendable reemplazarlo de inmediato, incluso si aún no ha caducado.

Consultar con un experto en seguridad contra incendios

Si tienes dudas sobre la fecha de caducidad de un extintor o necesitas asesoramiento adicional, es recomendable consultar con un experto en seguridad contra incendios. Ellos podrán brindarte información precisa y actualizada sobre la vida útil de los extintores y te podrán ayudar a determinar si es necesario reemplazar alguno.

Recuerda que los extintores son dispositivos de seguridad importantes y es fundamental asegurarse de que estén en buen estado y en vigencia para garantizar su eficacia en caso de un incendio.